Desafíos para el acceso humanitario

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Las organizaciones del Equipo Humanitario País se permiten expresar su preocupación por la persistencia de incidentes de seguridad contra misiones humanitarias, particularmente en distintas regiones del país como Norte de Santander, Antioquia, y el eje Pacífico, que causan retos y dificultades en el acceso de los actores humanitarios a los territorios y en el acceso de la población a la asistencia. En ocasiones, como consecuencia de estos incidentes, las actividades humanitarias deben ser suspendidas en las áreas geográficas más afectadas por emergencias, impactando particularmente a la población civil, entre ellos niños, niñas y sus familias quienes se benefician directamente de estas acciones humanitarias. Las misiones médicas experimentaron un deterioro de su situación de seguridad en 2020, ya que fueron víctimas de más de 325 ataques en el país - el nivel más alto en 24 años, según datos del Ministerio de Salud-. Así mismo, manifestamos nuestra preocupación por el aumento del 49 por ciento en 2020 en relación con el año anterior.

Queremos informar que, las misiones de carácter humanitario se rigen por los principios humanitarios de Neutralidad: no tomamos partido de hostilidades o controversias del orden político, racial, religioso o ideológico; Imparcialidad: nuestra intervención prioriza los casos y necesidades urgentes sin distinción de la persona, nacionalidad, raza, sexo, creencias, clases u opiniones políticas.; Humanidad: principio rector donde prevalece la vida, la salud y el respeto por los seres humanos atendiendo su sufrimiento donde sea que se encuentre y; finalmente, la Independencia operativa: que genera autonomía en nuestras intervenciones frente a objetivos políticos, económicos, militares o de cualquier otra índole que recaigan en los sitios o comunidades donde se ejecutan nuestras misiones.

Solicitamos a todos los actores del territorio, reconocer las normas del Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y de manera particular a respetar a los actores humanitarios y garantizar el acceso para el desarrollo de sus intervenciones en la región que cumplen, no solo los principios humanitarios, sino que también acompañan, promueven la protección de los civiles y brindan asistencia a las comunidades en sus territorios. Nuestra labor complementa los esfuerzos y las obligaciones de la autoridades locales y nacionales para garantizar la respuesta a las necesidades humanitarias y, por tanto, cualquier afectación directa o indirecta pone en riesgo el desarrollo de acciones humanitarias, de paz y desarrollo dirigidas a las personas más vulnerables en las regiones.