México: Huracán Otis - Hacia la recuperación - Con información recibida hasta el 27 de noviembre de 2023

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Este informe es elaborado por Las Naciones Unidas en México con apoyo de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), utilizando información del Equipo Técnico de Emergencias del Sistema de Las Naciones Unidas (UNETE) en México y fuentes oficiales

Otis azotó las costas del Pacífico Mexicano como uno de los huracanes más fuertes y de intensificación más rápida jamás registrados.

El 25 de octubre de 2023 el huracán Otis impactó las costas del Pacífico Mexicano en el estado de Guerrero con categoría 5 en la escala de Saffir- Simpson, rompiendo récords por la fuerza y velocidad de su intensificación en cuestión de horas, lo cual dejó poco tiempo para prepararse. Aunque Otis se disipó rápidamente sobre el terreno montañoso del suroeste de México, la zona recibió hasta 25 cm de lluvia, inundaciones repentinas y deslizamientos. Las ráfagas alcanzaron 330 kilómetros por hora causando graves daños en el estado de Guerrero, incluyendo en el puerto de Acapulco, un centro turístico habitado por casi 1 millón de personas. Se registraron importantes impactos en la infraestructura, principalmente en carreteras, edificios públicos y privados, redes eléctricas y de telecomunicaciones, entre otros. Las zonas con mayor afectación son los municipios de Acapulco (848.647 personas afectadas) y Coyuca de Benítez (79.605). Según la fiscalía general de Guerrero, Otis dejó 50 muertos y 30 personas continúan sin ser localizadas.

Apoyo del Sistema de las Naciones Unidas en apoyo al Gobierno de México y al Estado de Guerrero.

El Sistema de las Naciones Unidas, a través del equipo UNETE, ha ofrecido sus capacidades existentes en el país y ha consolidado un “Programa de Apoyo del Sistema de las Naciones Unidas en atención a los efectos del huracán Otis en el estado de Guerrero”. Esta propuesta delinea, por una parte, oportunidades de cooperación, asistencia técnica y acompañamiento para el fortalecimiento de una respuesta coordinada, integral y diferenciada, bajo un enfoque de complementariedad, de derechos humanos y de construcción de resiliencia. Por otra parte, esta propuesta de cooperación hace énfasis en los procesos de recuperación y reconstrucción, incluyendo socios estratégicos de la sociedad civil, para el reforzamiento del nexo humanitario-desarrollo, así como la identificación de soluciones sostenibles a mediano y largo plazo.

Dentro del marco de este acuerdo de cooperación, se establecieron mesas de trabajo para apoyar a la respuesta nacional y fortalecer la articulación entre actores de los 3 órdenes de gobierno, sociedad civil, agencias ONU, sector privado y academia. Las áreas de apoyo en estas mesas de trabajo incluyeron: Protección, Nutrición, Salud, Alojamientos Temporales, Educación, Agua, Saneamiento e Higiene y Reconstrucción.

Un constante enlace y colaboración fue establecido desde el comienzo de la emergencia con el Centro Nacional de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres (CENACED), plataforma de sector privado y sociedad civil, y miembro de la iniciativa Connecting Business (CBi, por sus siglas en inglés), la cual es impulsada por OCHA y PNUD a nivel global.

Los principales logros del SNU de México en apoyo a la respuesta nacional se enmarcan en:

  • Fortalecimiento de la respuesta con enfoque sectorial en áreas como Protección, Salud, Nutrición, Albergues, Educación, Rehabilitación y Reconstrucción, Agua, Saneamiento e Higiene permitiendo la coordinación entre Agencias, Fondos y Programas del SNU de México y otros actores. Esto a su vez ha facilitado la coordinación y el manejo de información para fortalecer la complementariedad de acciones bajo el liderazgo de las autoridades mexicanas.

  • Se ha concertado el dialogo y la vinculación de actores de la sociedad civil, empresa privada y del SNU en México con instituciones gubernamentales.

  • Elaboración de insumos de comunicación de riesgos y materiales de comunicación conjuntos.

  • Promoción del enfoque de género, derechos humanos, la centralidad de la protección y la prevención ante la explotación y el abuso sexual, sensibilizando a actores clave en la respuesta.

  • Coordinación en la entrega de materiales no alimenticios como kits educativos, de limpieza y de higiene.

  • Brindar información sobre necesidades y el establecimiento de mensajes clave sobre el acceso a servicios básicos.

  • En el manejo de información: establecimiento de listas de contactos, mapeo de intervenciones, levantamiento de la matriz 3W (¿Quién hace qué y dónde?) y construcción de la herramienta 5W (¿Quién hace qué, dónde, cuándo y para quién?). Promoción de iniciativas multiactor para análisis situacionales.

El impacto del huracán aún persiste y la etapa de ayuda humanitaria ha transitado gradualmente hacia la recuperación y la reconstrucción, bajo un enfoque de nexo humanitario – desarrollo.

En esta fase, el Sistema ONU en México ha optado por una estrategia general de articulación con los tres niveles de gobierno (federal, estatal de Guerrero y municipal de Acapulco), así como organizaciones de la sociedad civil y del sector privado, facilitando reuniones tanto a nivel de capital como en el área más afectada en Guerrero. Bajo la mesa de Recuperación y Reconstrucción, promovida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) las líneas de trabajo identificadas, y que son apoyadas en conjunto por más de 60 organizaciones, redes e instituciones, son:

1. Reconstrucción de infraestructura turística con resiliencia en inclusión, que busca brindar buenas prácticas y recomendaciones al sector privado durante la etapa temprana de planeación y ejecución de la reconstrucción de hoteles, restaurantes, mercados, y más adelante revisará y rediseñará normativa local de reconstrucción para reducir riesgos también en el futuro

2. Reactivación de pequeños emprendimientos de turismo, comercio, servicios, y otros de playa, donde se integran fundaciones, gobiernos y organismos internacionales, que ayudarán a acelerar la reactivación de sus economías, con enfoque de igualdad género e inclusión cultural.

3. Retorno temprano a la escuela y resiliencia educativa, que busca apoyar al sector educativo para evaluar riesgos, equipar y reparar parte de los daños en las escuelas afectadas. Más tarde se fortalecerán capacidades de docentes y padres/madres de familia en manejo de estrés postraumático y resiliencia psicológica.

4. Reconstrucción de vivienda segura e incluyente integra a gobiernos y fundaciones que tienen experiencia en la autoconstrucción asistida de vivienda, que será el modelo impulsado en este caso; se busca implementar experiencias pequeñas y medianas de reconstrucción, y sobre todo compartir materiales, guías, prácticas y otras que ayuden a las familias afectadas a realizar una recuperación de vivienda con bajo riesgo, incluyente y con accesibilidad, tanto en zonas urbanas como rurales afectadas.

5. Seguridad hídrica en barrios y comunidades de mayor pobreza, donde se complementará las tareas de rehabilitación de los grandes sistemas de bombeo y traslado de agua, rehabilitando y ampliando las redes de distribución de agua, pero también de captación y almacenamiento.

6. Fortalecer servicios e instrumentos de gestión de riesgos y de resiliencia, incluyendo planes de desarrollo urbano, ordenamientos territoriales-ecológicos, protocolos de gestión de riesgos, con capacidades, equipo, actualización, para reducir riesgos ante futuras contingencias.

7. Recuperación integral de servicios de salud, incluyendo la rehabilitación o reconstrucción de instalaciones de salud, laboratorios, ampliación de los servicios, el monitoreo de enfermedades derivadas del paso de huracán (sobre todo dengue), así como reforzamiento de protocolos y campañas.

Finalmente, agencias del sistema ONU, universidades, organizaciones y fundaciones también han formado comisiones transversales para revisar las estrategias y propuestas específicas, e incluir varios de los enfoques más relevantes en esta etapa de recuperación, a saber:

  • Igualdad de género.

  • Inclusión y accesibilidad.

  • Reconocimiento y respeto a culturas locales.

  • Enfoque de derechos.

  • Transparencia y acceso a la información.

  • Bases de datos y mapas para mostrar información organizada sobre necesidades y avances en su atención