Día Mundial de la Asistencia Humanitaria: Frente a la emergencia climática, REDLAC se une a la Carrera por la Humanidad

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El cambio climático está causando estragos en todo el mundo a una escala que las personas y organizaciones humanitarias en la primera línea no pueden afrontar. Los miembros del Grupo Regional sobre Riesgos, Emergencias y Desastres para América Latina y el Caribe (REDLAC) se unen a la campaña #TheHumanRace (#LaCarreraporlaHumanidad), para una acción decisiva a favor de las personas más afectadas por la emergencia climática.   

Panamá, 19 de agosto de 2021. Cada año, en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, rendimos homenaje a las y los trabajadores humanitarios que hacen esfuerzos extraordinarios para brindar alivio a las personas que más lo necesitan. Pero este año, ampliamos nuestro mensaje en solidaridad a las personas más afectadas por los impactos de la emergencia climática que nos involucra a todos.   

El impacto de la crisis climática es cada vez más evidente: olas de calor récord, tormentas catastróficas y patrones climáticos cambiantes están afectando a los sistemas alimentarios, la dispersión de enfermedades, los sistemas de salud y las sociedades en general. Los medios de comunicación están llenos de historias de personas que pierden sus hogares, medios de subsistencia y vidas. Y esto es sólo una muestra de lo que nos espera si no actuamos contra el cambio climático. El tiempo se acaba.   

En América Latina y el Caribe, los impactos de la variabilidad y el cambio climático ya son visibles. Según el Programa Mundial de Alimentos, en Centro y Suramérica las temporadas de lluvias se están retrasando, mientras se vive un aumento de la frecuencia e intensidad de las sequías, así como lluvias excesivas y graves inundaciones y deslizamientos de tierra. Estas condiciones climáticas en la región están agravando la pobreza, la necesidad de adaptarse al cambio climático y aumentando la presión sobre las capacidades de los gobiernos locales y nacionales.    En el Caribe, se prevé que la acidificación de los océanos, la subida del nivel del mar, el aumento de la potencia de las tormentas tropicales y huracanes, la imprevisibilidad de las precipitaciones y los cambios de temperatura repercutan negativamente en los medios de subsistencia, el turismo, la salud y la seguridad alimentaria y el acceso al agua de las comunidades Según el informe 2021 del Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés), los desastres provocaron la mayoría de los nuevos desplazamientos en las Américas en 2020, con 4,5 millones registrados, la cifra más alta en diez años.   

Se produjeron desplazamientos de personas sin precedentes en Guatemala, Honduras y Nicaragua, que se vieron afectadas por la temporada de huracanes del Atlántico más activa que se haya registrado. Las inundaciones y los incendios forestales también provocaron un número importante de desplazamientos de personas en toda la región.
Según estimaciones de UNICEF, casi todos los niños y niñas del mundo están expuestos a por lo menos un riesgo, perturbación o estrés de naturaleza ambiental o climática. Casi la mitad de la población infantil a escala mundial vive en países de riesgo extremadamente alto a consecuencia de los efectos del cambio climático.   

Actualmente, 55 millones de niños y niñas en la región están expuestos a la escasez de agua. Es probable que esta situación empeore a medida que el cambio climático aumente la frecuencia y la gravedad de las sequías, el estrés hídrico y la variabilidad estacional e interanual de las precipitaciones, al tiempo que se incrementa la demanda de agua, la competencia por obtenerla y la contaminación de las masas de agua.   

Unos 144 millones de niños y niñas menores de 18 años están expuestos a uno o más factores subyacentes (malaria, dengue, zika), situación que se verá empeorada con el incremento de las temperaturas y otras condiciones climáticas propicias para el desarrollo de patógenos.   

Adicionalmente, el cambio climático está estrechamente relacionado con la diversidad biológica y la degradación de los ecosistemas del mundo, así como la aparición de enfermedades infecciosas y no transmisibles. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), incluso con la actual pandemia de COVID-19, la crisis climática es una de las mayores amenazas para la salud que enfrenta la humanidad.   

Sin embargo, tal como indica el nuevo reporte del IPCC, la situación que estamos viviendo actualmente es muy preocupante, pero aún estamos a tiempo de evitar los peores escenarios si se actúa de forma urgente, contundente y ambiciosa.   

El sistema humanitario tiene un rol importante en la lucha contra la emergencia climática. Sigue abogando cada día aún más fuerte por las personas vulnerables afectadas. También ofrece soluciones que ayudan a anticiparse a los choques climáticos específicos, como las tormentas, las inundaciones o las sequías, y para mitigar su impacto humanitario.
Los beneficios económicos de una acción temprana sobre el clima y la salud son enormes. El valor de los beneficios para la salud de la acción climática sería aproximadamente el doble del costo de las políticas de mitigación a nivel mundial.

Crear un entorno con aire y agua más limpios, suministros alimentarios más saludables y seguros, opciones de transporte y energía más saludables y ciudades más verdes supondrán una mejor salud para todas las comunidades.
La emergencia climática es una crisis humanitaria. En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, hacemos un llamado al mundo a mostrar su solidaridad con las personas más afectadas por la crisis climática instando a los líderes mundiales a tomar medidas urgentes y significativas en favor de las personas más vulnerables en todo el mundo.

TheHumanRace

Para que el mundo corra contra el reloj de la crisis climática, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) lanzó #TheHumanRace (#LaCarreraporlaHumanidad), un reto global para promover la acción climática en solidaridad con las personas de los países más propensos a los desastres socio-naturales y los más afectados por el cambio climático.